Ayer regresaba de un paseo con timba cuándo de repente empezaron a adelantarnos camiones de bomberos.
A lo lejos se divisaba una enorme cortina de humo y nuestros peores temores se hicieron realidad, la montaña ardía.
De momento no se ha confirmado el foco del fuego pero todo apunta a que algún desalmado no tenía nada mejor que hacer un domingo cualquiera por la mañana que irse a prender fuego a toda una montaña..
Desde aquí me gustaría agradecer la tremenda labor realizada por parte de los bomberos de la generalitat que a pesar de sufrir en sus carnes los mismos o incluso más recortes que nosotros mismos arriesgan sus vidas para salvar las nuestras, para mi, una labor más que complicada y poco recompensada en la era que vivimos en que cada 'perrito se lame su pijito'.
*He de reconocer que me he pasado media noche mirando por la ventana para ver cómo los pequeños puntitos rojos que quedaban en la montaña iban desapareciendo lentamente sofocados por el rocío.
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