jueves, 23 de enero de 2014

Vacilona, pero de nacimiento.



Soy una vacilona, es verdad, lo reconozco.

A la gente le suele hacer gracia cuándo me  cabreo por que soy poquilla cosa y más bien parezco un chihuahua 'encabronado', pero aiiiii el día que me cabreo de verdad, no hay quien me tosa..

Eso es lo que suele pasarme, cada mañana, cuándo cojo el coche. No lo entiendo, he leido, releido y requeteledio mil veces el manual de mi coche pero aún no he sido capaz de encontrar cómo desactivar lo que yo llamo 'invisibilidad'.

Os pongo en situación:

Yo voy circulando bien, por el carril central, y de golpe ¡zas! semaforo en rojo... el carril de la izqda es para girar a laaaaaaa...IZQUIERDA!! (muy bien señores) el carril de la derecha a su vez es para girar a laaaaaaa.... DERECHA!! y aquí llegamos al momento cumbre, yo en el carril del centro para seguir recto, ¡zas! semáforo en verde y ¡tachaaaan!! los de la izqda quieren ir recto, los de la derecha más de lo mismo y yo pobre de mi me veo entre medio de 10 coches que deambulan cómo pollos sin cabeza intentando pasar por delante hasta de su mismísima madre...

Esto me cabrea, me enfurece, bajo al infierno y subo con lo peorcito de mi...
Ojos rojos, pelo en llamas y por la boca....aiiii lo que me sale por la boca..... (os haría una lista pero estamos en horario infantil)
Bajo la ventanilla y lo más bonito que puedo ofrecerle en ese momento al mundo es:

-Te arranco la cabeza- fíjate lo que te digo (no se por que pero cuándo estoy muy cabreada utilizo mucho esas palabras)


*todo lo que tengo de vacilona lo tengo después de cagona...tendríais que ver los rallies que me pego sólo para que el conductor al que he vacilado no llegue a ponerse a mi altura por si lleva una pistola y me quiere pegar un tiro (nunca se sabe...la gente esta muuuu loca)




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